Hotel Miramar de Ansenuza, ahora más sustentable

Hotel Miramar de Ansenuza, ahora más sustentable

Con una instalación de 36 paneles fotovoltaicos de 445W, el hotel Miramar con más de 30 años de trayectoria en Ansenuza, Provincia de Córdoba, se convirtió en uno de los primeros hoteles en utilizar esta tecnología en la zona de Mar Chiquita. “El consumo de electricidad en estos emprendimientos turísticos es elevado, por lo que facilitar la generación a través de un sistema on grid de inyección a la red eléctrica es una excelente manera de producir parte de la energía que se consume durante el día y a su vez ser respetuoso con el medio ambiente”, comenta el Ing. Calderón, socio fundador de Max Energía SAS, una empresa de energías renovables ubicada en Villa Allende, Córdoba.

Equipos y generación

El sistema fotovoltaico instalado genera aproximadamente 26 MWh/año, utilizando un inversor solar de 15 kW. “Pudimos colocar los paneles solares en las cocheras del hotel, lo que permitió optimizar al máximo el espacio”, comenta el cliente contento de ser el primero en la zona, de ser innovador y sostenible como sello distintivo respecto a otros espacios turísticos. Si bien el sistema instalado no es suficiente para el autoabastecimiento, aporta más del 50% de la energía consumida en el establecimiento, con la posibilidad de ampliarse a futuro.

Una pyme familiar

Cualquiera que goce de unos días de estancia en el Hotel Miramar podrá advertir que es una familia completa quien atiende los servicios y lidera de forma integral la administración del hotel. Este hecho le da una impronta propia, más íntima, que invita a familias y amigos a gozar de unos días a pleno, con piscina climatizada y a unos pasos de la laguna salada más imponente de América Latina. Además del micro clima se encuentran, con una experiencia turística

Parque Nacional Ansenuza

Conviven variedad de mamíferos, anfibios, reptiles y peces. Coipo, carpincho, comadreja colorada; especies típicas de monte chaqueño como corzuela parda, pecarí de collar, gato yaguarundí y zorro gris pampeano, son sólo algunos de los cientos de habitantes del humedal.

Pero la gran atracción del lugar son las aves. Algunos años, con la llegada de septiembre y el aumento de la temperatura, los flamencos se congregan en el humedal para comenzar el cortejo. Allí, los flamencos en edad reproductiva se reúnen en grupo y realizan una danza con la que buscan atraer a sus parejas. Cuando lo consiguen, se aparean.

Una belleza local que vale la pena visitar.